Viajaba de noche, ¿mi destino?, no importa, ¿Mi origen?, tampoco importa mucho, solo viajaba. Me di cuenta que al mirar al frente el cielo estaba totalmente despejado, eras aproximadamente las 10 de la noche y no pude evitar sentirme confundido ante tal acontecimiento, nunca había visto un cielo tan limpio, sin estrellas resplandecientes.
Sin darme cuenta y no supe en que momento exactamente sucedió, pero, me asome un poco por la ventana de auto solo para darme cuenta de que estaba ahí. Era una sola estrella, era enorme o por lo menos la más grande que yo haya visto en mi vida, aunque suena raro también sentí que ya la había visto en alguna otra parte, era de color azul, sin embargo al momento no recordé donde la había visto ¿acaso solo fue un sueño? No! después de unos minutos de admirarla supe donde la había visto anteriormente, fue en mi imaginación, de pronto el carro en el que viajaba hizo un giro brusco por poco chocamos, yo abrí los ojos y supe que esa estrella seguía en mi imaginación.
Me dio un poco de miedo cuando realmente vi que no había estrellas en el cielo, gire mi cabeza un poco y me sorprendió ver que todas las estrellas relucientes, todas muy bonitas, quedaban atrás y no delante de mi, fue cuando comprendí que mi futuro solo yo lo puedo imaginar y pintar como yo desee, en torno a eso giro mi vida en ese momento regresar y tratar de alcanzar una sola estrella que solo vivió en mi imaginación o recordar la noche mas bonita de mi vida en donde no solo era una estrella sino el universo completo que iluminaba mi vida.
Y así fue el resto del viaje, recordando, reviviendo viejos momentos los mejores de mi vida, fue precisamente la noche del 24 de Diciembre del 2002, cuando te vi con un pequeño short, que dejaba al aire libre tus hermosas piernas, tu suéter de color azul que realzaba tu belleza natural y recuerdo bien que no llevabas lentes puestos con lo que me dejabas la puerta abierta para ver no solo tu aspecto físico, sino también entrar en ti y ver lo que estabas pensando en ese momento, tu cabello sujetado por una pequeña pinza, la cual te quite en cuanto te vi, dijiste no me la quites! Me veo fea cuando me despeinas, yo solo te conteste con una sonrisa, eso era más que suficiente para que tú supieras que también adoro tu cabello suelto, un tanto ondulado.
Eran casi 9 de la noche cuando llegue a tu casa y aunque estuvimos una hora y media platicando a mi me pareció menos de un segundo, en algún instante de nuestra platica me comentaste que no te gustaba que me quedara clavado en tus ojos pero, tu también lo hacías conmigo no podía evitarlo tu mirada me maravillaba, y aun lo sigue haciendo, sino mal recuerdo me dijiste que te incomodaba y así que deje de verte a los ojos y lo hice solo por que tu me lo pediste, pero justo en ese momento tome tus manos suaves, así continuo nuestra conversación de esto y de aquello, hasta que por fin tuve que despedirme.
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