Pero es como viajar atrás en el tiempo, justo antes de que
tomaras las decisiones que te dieron la vida que viviste. Si pudieras
retroceder, ¿Por qué tomar las mismas decisiones? Ya has vivido esa vida. Yo no
lamento las decisiones que tomé, pero no tengo prisa por volver a tomarlas.
La vida posee n paso y ritmo
particular, un torrente incesante de cambios que puede avanzar rápido o
despacio. Cuando intentas detener metal o físicamente ese flujo aferrándote a
cosas o personas, te rezagas. Tus actos se vuelven torpes, por que no están en
sintonía con las circunstancias presentes. Es como nadar contra la corriente en
vez de emplearla para impulsarte.
A todos nos gobierna el interés
propio. Es natural que primero pensemos en nosotros y nuestros asuntos. Una
ocasional demostración de cariño o atención por parte de personas conocidas
tiende a enturbiar esta realidad y a hacer que esperes más apoyo, hasta
decepcionarte en múltiples ocasiones. Estas más solo de lo que crees.