Solo pienso en ganar.




El hombre que no quiere ganar no es amigo mío, decía. Si lo quieres hacer por amor al arte, por diversión, búscate a otro. Solo los estudiantes de colegios privados  se creen esa trola del juego por el 
 juego. No hay alegría para los perdedores, hijo, ¿Qué he dicho?

         No hay alegría para los perdedores.

Sé bárbaro, observa las reglas, pero refuérzalas hasta el límite. Mientras puedas empujar, empuja. No permitas que otro hijo de puta te diga algo distinto. Estas aquí para ganar. ¿Qué he dicho?

        Ganar.



Vivir sin ti...




… comprendió, al encontrarse con la mirada ausente del payaso por entre un ambiente ensangrentado, que había algo peor en el mundo que el terror. Peor que la propia muerte.

Era el sufrimiento sin esperanza de salvación. Era la vida que se negaba a acabar mucho después de que el cerebro le hubiera pedido al cuerpo que dejara de existir. Y lo peor de todo: había sueños que se hacen realidad.


Si la música es el alimento del amor, sigue tocando.



 
Lo que yo temo es algo personal. No tiene sentido en un conjunto más amplio. Los signos de mi terror, las imágenes que utiliza mi cerebro, si quieres, para ilustrar mi miedo, son poca cosa en comparación con el auténtico horror que está en la raíz de mi personalidad.



Yo.






No puedes negarte. Soy odioso.


Libros de sangre vol !




El demonio se quedó totalmente perplejo. Si ese hombre no podía mostrar mas que una chispa de pesadumbre cuando su gato explotaba en el comedor, ¿Qué posibilidades tenia de derrotar algún día a ese bastardo?