Muero por dentro.



Este es el mejor libro que lei este año 2012. ¿Como, si faltan 11 meses para terminar el año? Dudo mucho que alguno supere a este.


¿Qué extraño que pueda aceptarlo tan bien! Pero, sé que en cualquier momento se precipitara sobre mi, me aplastara, me hará pedazos; lloraré, gritaré me golpearé la cabeza contra las paredes. Pero ahora estoy asombrosamente sereno. Tengo una extraña sensación póstuma, como de haberme sobrevivido a mi mismo. Y una sensación de alivio; el suspenso ha terminado, el proceso se ha completado, ha llegado la muerte, y he sobrevivido. Desde luego no creo que este estado de ánimo dure mucho. He perdido algo que era central en mi existencia y ahora espero la angustia, el pesar y la desesperación que, sin duda, no tardara en aparecer.


¿No es evidente y aguda mi angustia? ¿Quién seré cuando haya dejado de ser yo mismo? Estoy muriendo la muerte por calor. Una declinación espontánea, una sacudida repentina de probabilidad me va deshaciendo y me voy convirtiendo en nada. Me estoy volviendo cenizas. Esperaré aquí a que la escoba recoja mis restos.





El tiempo disuelve los colores de la mejor de las visiones. El mundo se vuelve más gris. La entropía nos vence. Todo se desvanece. Todo se va. Todo muere.

No hay comentarios.: