Se descubrió a si mismo reflexionando no por vez
primera en la peculiaridad de los adultos. Tomaban laxantes, bebidas fuertes o
píldoras somníferas para ahuyentar sus terrores y poder dormir, y sus terrores
eran tan dóciles y domésticos: el trabajo, el dinero, ¿me quiere aun mi mujer?,
¿quiénes son mis amigos?...
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