Del por que me gustaron los vampiros de Rice.





Armand había transbordado a la puesta de sol, con Marius; ahora estaban de vuelta; Armand jugaba al ajedrez con Santino en el salón, Marius leía (Marius leía constantemente) en la silla de cuero de la ventana que daba a la playa.









¡Mas claro ni el agua!

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