Entre hojas

Pues cuando deje el blog, no tenia mucho que hacer (y antes me quejaba de no tener tiempo), pues me dedique a tratar mas de cerca de conquistar al mundo pero, alguien arruino mis planes asi que busque en que entretenerme , seguir haciendome pendejo o leer libros, que lo más probable es que nunca en mi vida, me sirvan de algo, mmmm. tal vez mas adeltante para nivelar la pata de la mesita donde tengo la television, uno nunca sabe.





El tercer libro de esta chocofantabulosa coleccion, que puedo decir ya todo mundo vio la pelicula por que no creo que a todos les guste leer, a mi me gusto mas el libro por que es mas entretenido y pues tambien influyo que no me gusta ver peliculas por que me canso de la vista, jaaá.




Libro harto interesante, algo similar a codigo Da Vinci, ya desde hacia un buen tiempo lo queria leer. Tres intectuales qeu trabajan en una edtirial de Milán establecen contecto con autores interesados en las ciencias ocultas, las sociedades secretas y las conjuras cósmicas. En primer momento dicha relación se mantiene estrictamente profesional. pero poco a poco van estrechándose los lazos. Editores y autores inventan juntos, por puro juego, un complejo plan, urdido supuestamente por los templarios siete siglos atras. Pero alguien toma demasiado en serio el juego y todos se ven inmersos en una inquietante pesadilla.



Este librito me lo compre por que me lo recomendo una "amiga" pero yo creo más bien es mi enemiga, la neta no me gusto nada y no me estoy negando al cambio ok?.





Gibson ya se convirtio en uno de mis autores favoritos. Aunque este y todos los demas libros que he leido de este señor son sumamente parecidos, en cada uno de ellos desarrolla una trama diferente y se nota claramente el avance de sus ideas al mismo tiempo que las plasma en cada una de sus obras.

"Puedo aceptar el fracaso.
Todos fallamos en algo.
Lo imporante es intentarlo siempre."

Otro mas de Gibson, la verdad no me canso de leerlo, si te gustan las computadoras y el internet, seguro te gusta este libro.

Tokio en el siglo XXI tras el gran terremoto. Lluvia de neón; la luz se filtra por debajo de cualquier puerta aunque se intenta cerrar. Los edificios nuevos, los más grandes del mundo, se elevan con movimientos lentos y ondulantes, como las contracciones de una gigantesca criatura marina.